Este post fue escrito el jueves de la semana pasada, pero por algún motivo, en vez de publicarlo, lo guardé como draft. Después de atravesar algunos días de tragedias y enfermedades, todavía volando de fiebre, lo releo y me da la sensación de que se merece su lugar en la www. Aquí va, entonces, con algún mínimo retoque:
Este mediodía, mientras caminaba por el centro porteño y terminaba de diagramar mentalmente lo que iba a ser el próximo post de este blog, no tuve mejor idea que agarrar el celular y darme una vuelta por Twitter, donde me encontré con el gran @capitanintriga marcando tendencia con una #CharlaDeBar. Debo decir que me sacó una sonrisa. Lo mismo ocurrió un rato más tarde, cuando publicó el siguiente tweet:
Este mediodía, mientras caminaba por el centro porteño y terminaba de diagramar mentalmente lo que iba a ser el próximo post de este blog, no tuve mejor idea que agarrar el celular y darme una vuelta por Twitter, donde me encontré con el gran @capitanintriga marcando tendencia con una #CharlaDeBar. Debo decir que me sacó una sonrisa. Lo mismo ocurrió un rato más tarde, cuando publicó el siguiente tweet:
Los que disfrutaron #CharlaDeBar, no se pueden perder cuando hice lo mismo, pero grabando en video: http://youtu.be/VQCz9YeGgo0
Y, de repente, sentí que no podía sino postergar lo que tenía planeado postear sobre la UK TV 2011 para en su lugar dedicar mi reflexión y escritura a esta ¿horrible? sensación de exposición y vulnerabilidad que se me hizo palpable recién a partir de la genialidad del glorioso Capitán. Y aclaro desde un principio: ahí dice "genialidad" porque sinceramente me ha maravillado, deslumbrado, descostillado de la risa; no veo en el individuo puntual un problema sino una virtud, la capacidad de saber explotar los medios y las tendencias, el saber posicionarse en el mundo: nunca son los actos de una sola persona los causantes de nada (y acá podría hablar de Hitler o Perón, etcétera, pero no es ese tipo de política lo que me interesa tratar en este momento). El problema, evidentemente, pasa por otro lado.
Como buen snob y puanner podría (y acaso debería) empezar a plagar esto de quotes de los Grandes Pensadores, pero la verdad es que mucho no me interesa hacerlo. Y es que, por un lado, no quiero faltar al medio y entonces conviene que esto salga así, casual, con la inmediatez de lo improvisado, con la informalidad de aquello que es escrito al pasar, para ser posteado, leído, luego olvidado; pero por otro, y principalmente, la falta que no quiero cometer es para con las palabras ésas que hay un párrafo más arriba: la sensación de exposición y vulnerabilidad. ¿El título del post invita a lo otro? Posiblemente. Poco me importa. Eventualmente, escribiré (o no) algo al respecto que se ajuste a los parámetros de la academia.
Sensaciones, entonces: fines de los '90 y Jim Carrey encarnaba al pobrecito Truman, posta que pobrecito, uno se compadece ¿vio?, porque es terrible lo que le hacen, y no mucho después llega la sorpresa macabra ante esa gente que quiere ser Truman y aparece en una infinidad de realities que proliferan por doquier, o los que se exponen al mundo mediante Fotolog, YouTube o YouPorn, etcétera... y, de repente, el horror: los que, sin quererlo, son Truman, las víctimas de un voyeurismo viralizado y entonces gozado por cientos, miles, acaso millones de internautas. Y, en realidad, ni siquiera hace falta recurrir a ejemplos tan extremos: puedo borrar los tags, puedo borrar mis cuentas en todas las redes sociales, pero todas las fotos, videos, tweets, notas, en fin, todas las publicaciones que contengan mi nombre o mi imagen, van a seguir estando ahí.
Acá no hay Thought Police, no hay un Big Brother de cuyo ojo esconderse; a diferencia de la distopía orwelliana de 1984, acá de lo que nos tenemos cuidar es de los ojos de todos y cada uno de nuestros congéneres, ésos que alimentan día a día nuestra perversa necesidad de observar la vida de los otros desde las sombras, a través de una pantalla y en el más profundo de los anonimatos. Y me preocupa. Es como si la única forma de tener algo de privacidad fuese irse al Ártico y, como Superman, hacerse una Fortress of Solitude.
PS: por lo demás, también está ese otro caso, tan controversial, llamado WikiLeaks: ese sitio donde se hacen públicos contenidos que deben mantenerse privados. Es decir, estamos hablando de todas cosas que veíamos en las películas con sellos y etiquetas de "Confidential", "Top Secret", etcétera, y que cada vez que caían en manos de un civil (o un enemigo) se desataba la tragedia; obviamente, no pretendo plantear un escenario de catástrofe hollywoodense, pero a juzgar por las repercusiones que ha habido en el ámbito político y en materia de relaciones internacionales, al menos da lugar para la reflexión. Ni que hablar si a estos manes, como al amigo Ventura y cía, se les ocurre agarrar el Photoshop para inventar la evidencia de una supuesta información.
Acá no hay Thought Police, no hay un Big Brother de cuyo ojo esconderse; a diferencia de la distopía orwelliana de 1984, acá de lo que nos tenemos cuidar es de los ojos de todos y cada uno de nuestros congéneres, ésos que alimentan día a día nuestra perversa necesidad de observar la vida de los otros desde las sombras, a través de una pantalla y en el más profundo de los anonimatos. Y me preocupa. Es como si la única forma de tener algo de privacidad fuese irse al Ártico y, como Superman, hacerse una Fortress of Solitude.
PS: por lo demás, también está ese otro caso, tan controversial, llamado WikiLeaks: ese sitio donde se hacen públicos contenidos que deben mantenerse privados. Es decir, estamos hablando de todas cosas que veíamos en las películas con sellos y etiquetas de "Confidential", "Top Secret", etcétera, y que cada vez que caían en manos de un civil (o un enemigo) se desataba la tragedia; obviamente, no pretendo plantear un escenario de catástrofe hollywoodense, pero a juzgar por las repercusiones que ha habido en el ámbito político y en materia de relaciones internacionales, al menos da lugar para la reflexión. Ni que hablar si a estos manes, como al amigo Ventura y cía, se les ocurre agarrar el Photoshop para inventar la evidencia de una supuesta información.
Es un tema complicado el de la 'huella informática' la verdad. Independientemente del problema angustiante y metafísico del que hablás vos, hace falta mucha concientización para que la gente se fije qué sube a internet....
ResponderEliminarEl día que la gente tome conciencia y realmente piense las cosas dos veces y seriamente antes de subir algo a internet, gran parte del problema "angustiante y metafísico" va a estar resuelto. Es decir, no voy a tener la necesidad de andar escondiéndome abajo de las baldosas (?), sino que voy a poder salir a la calle y hacer mi vida y va a estar todo bien.
ResponderEliminarEl problema que pinta más irresoluble (en realidad no necesariamente más, pero tampoco se me ocurre una solución utópica) es el otro, el de la información falsa y/o la que desata guerras.