Acá se supone que es donde tengo que escribir algunas palabras sobre mí. En principio, algo de eso ya hay en el disclaimer. Empecemos por lo obvio, entonces: me llamo Bruno Murase, tengo 23 casi 24 años al momento de encarar este proyecto, vivo y he vivido toda mi vida en Buenos Aires, más precisamente Barrio Norte (o Recoleta, como prefieran llamarlo), estudio Filosofía en la UBA, escribo poesía, ficción, las gansadas que encontrarán acá y alguna que otra cosita más, durante mi niñez y adolescencia me he destacado por mis aptitudes lógico-matemáticas, he sido jugador de rugby, deporte que he debido a abandonar, entre otras cosas, por problemas físicos, y ahora mi poca actividad deportiva se reduce a arquero amateur de fútbol 5. Mi prontuario dice que es inevitable un pasado pseudo-trsoko, lo cual eventualmente devino en gorilaje puro; ahora me contento con fluctuar entre ser platónico y llevar por estandarte los ideales hollywoodenses del individuo y el amor. Pasé mis 15 entre el Salón Pueyrredón y el Sótano de Unione e Benevolenza, escuchando mucho britpop y clásicos ochentosos, tuve mi período de cinéfilo enfermo y en estos días estoy comenzando a desarrollar un costado nerd otaku-gamer hasta el momento desconocido. Esto último (acaso también tanto de lo anterior) lo voy a justificar de una manera muy berreta: soy un porteño con sangre 100% nippona. De ahí mi estructura esquizoide, mi ser siempre un outsider, de estar, como Scarlett & Bill, lost in translation, siempre en la búsqueda quimérica de la traslación del alma al cuerpo y las palabras. Así, numerosos caminos he transitado a lo largo de mi vida, habiendo sólo uno del que jamás he podido apartar un solo pie: la escritura. Aquí estoy, entonces, dedicándome a lo único, si acaso hay algo, que constituye mi esencia; lo único, si acaso hay algo, que realmente puedo hacer.